Un rotulador o un aerosol, a simple vista, pueden parecer para muchos algo sin trascendencia. Pero son estos el alma del graffiti, ya que cuando pasan a manos del artista callejero toma trascendencia. Es el alma del graffiti.
La necesidad de expresión y de dejar ideas que tengan como objetivo transformar la realidad a través de marcas personales que reflejan la individualidad y singularidad de cada persona son las bases que fundamentan esta forma de expresión. Además de marcas como los tag (en los que el grafittero plasma su nombre a través de una firma que presenta formas particulares), el grafitti pasa a ser una forma de arte ya que en las manifestaciones más recientes de esta forma de expresión trasciende a diseños y estéticas innovadoras.
